Lectores10 nuestro club de lectura en Medellin

Léxico familiar Clarita Abad

Clarita-Abad
Clarita Abad F.
Léxico Familiar de Natalia Ginsburg.

Medellín, mayo 31 del 2023
Léxico Familiar de Natalia Ginsburg.
Esta novela la leímos y discutimos en el club de lectura de marzo de este año, por recomendación de Olga Lucia Soto (coco). La verdad es que no íbamos a leer este libro, pero debido a que la novela escogida por Coco, no había llegado a las librerías y ella quería proponernos una novela escrita por una mujer, llegamos a esta.
Fue una reunión muy polémica la que hicimos cuando discutimos esta novela. La mayoría no conocían la escritora, decían que era la historia de una familia, muy simple, poco profunda, sin valor literario, etc. etc.
Bueno, también es cierto que en algunos casos nos ha pasado esto, pero quisimos saber un poco mas de la escritora, y leímos algo de su biografía, de sus otras obras, leímos también entrevistas de otras escritoras sobre la autora, supimos que había nacido en Palermo, Italia, en 1.916 y había muerto en Roma.
Supimos también que mucha gente consideraba esta novela valiosa por ser un retrato de su vida familiar, los cambios que produce el tiempo, capaz de contar intimidades, su capacidad de percibir las distintas aristas del ser humano… supimos que las protagonistas de sus historias eran casi siempre mujeres, indecisas, melancólicas, desorientadas, huidizas, frágiles, y así nos imaginábamos que era ella.
La novela recrea el sentimiento o mejor los sentimientos que hay en todas las familias, la singularidad de cada hijo, la escritora escribe esta novela al vaivén de sus recuerdos. Nos hace pensar que cada familia es un mundo y si entendemos la nuestra somos capaces de entender el mundo entero.
A pesar de su cultura y de haber nacido en una familia de tanta altura académica y científica, la escritora no hace alardes técnicos o retóricos, para ganarse al lector, pero lo convierte en su compañero de viaje.
Ha sido traducida hasta la saciedad a varios idiomas. Y ¨hace de su entorno familiar, su universo emocional”. Aparentemente fueron sus lecturas de Proust, heredadas de su mama, las que le dieron ese tono intimista, en los tiempos revueltos de Mussolini.
Tuvo una infancia difícil por la rigidez de su padre, después sufrió el destierro con su esposo que fue asesinado en la cárcel por antifascista y sufrió además el suicidio de su amigo Pavese.
En su novela elige la palabra precisa en cada recuerdo, “entramos en la adolescencia cuando las palabras que se intercambian los adultos nos resultan inteligibles”. “solo he escrito lo que recordaba. Por eso quien intente leerlo como si fuera una crónica, encontrara grandes lagunas….”.
Esta novela tiene un poderoso magnetismo, que reflejan la psicología de todo un mundo, confesándonos que ha vivido de la mano de esta autobiografía.
Hablamos de su apellido de soltera que era Levi, que su padre había sido un maestro de 3 premios nobeles, científico, anatomista, profesor de anatomía humana, un hombre valioso y distinguido y académicamente sobresaliente. Natalia Ginsburg lo define totalmente en su novela, lo mismo que a su madre, a sus hermanos, su esposo, y toda su familia.
Quiero traer alunas frases que encontré en el libro y que me parece que exponen en parte lo que se dijo anteriormente y dan una idea del tono y el ritmo de esta novela:
Es al mismo tiempo un libro exterior: Léxico familiar
Frases que me llamaron la atención:
Soy aquellos que fueron antes de mí.
Un tratado íntimamente político.
NATALIA Ginsburg traza un recuerdo de dignidad y resistencia con palabras domésticas.
Hasta ahí del prólogo de Elena Mede.
De la novela:
Tenía en gran estima a Inglaterra, consideraba que era el mayor ejemplo de civilización del mundo
De ellos había heredado la pasión por la montaña
Mi abuela había sido muy rica, pero había perdido mucho dinero durante de Primera Guerra Mundial, pues, como tenía una confianza ciega en francisco José y pensaba que Italia no vencería, quiso conservar las acciones que tenía en Austria y así había perdido mucho dinero.
Esta es la casa de: Tócame Roque, queriendo decir, que en esta casa no había nada sagrado!
En nuestra casa se entablaban grandes discusiones sobre la belleza y la fealdad de la gente
GINO, DABA POCO CORDEL, porque siempre estaba leyendo, y cuando se le dirigía la palabra respondía con monosílabos y sin levantar la cabeza del libro. Gino. Gritaba mi padre, no das cordel, no cuentas nada, y además no comas tanto pan
MI MADRE HABIA LEIDO A Proust y le gustaba muchísimo…. Y le coto a mi padre que este Proust era uno que quería mucho a su madre y a su abuela, que tenía asma y nuca podía dormir, y que no soportaba los ruidos, había forrado e corcho las paredes de su cuarto.
La pintura no le interesaba en absoluto. Iba con mi madre a los museos cuando estaban de viaje y solo otorgaba cierta legitimidad a los pintores antiguos, como Goya y Tiziano
Más tarde, cuando empezaron a publicar las novelas de Simenon, se convirtió en un asiduo lector de Simenon, decía, describe bien esa provincia francesa El ambiente de provincia está muy bien descrito…
Terni había introducido en nuestra casa el gusto por la melancolía, por las actitudes melancólicas, lo mismo que había traído la Nouvelle Revue francais y las reproducciones de Casaroti…..
Mario había querido estudiar derecho, pero mi padre le obligo a matricularse en economía, pues le pareció, no sé por qué, que la Facultad de Derecho, era poco seria y que no tenía porvenir.
Creo que Paola se enamoró de él porque era exactamente lo contrario de mi padre: tan bajito, tan amable y con la voz tan dulce y persuasiva.
Mi padre le había contagiado una confusa y oscura repulsión hacia el mundo de los literatos, mundo desconocido en nuestra casa, pues en ella solo entraban biólogos, científicos e ingenieros.
MI PADRE SE Ponía furioso con los estudios de mi hermano Alberto que en lugar de hacer los deberes se iba siempre a jugar al futbol
MI PADRE ESTABA PREOCUPADO POR EL PORVENIR de todos sus hijos varones y despertándose por la noche, le decía a mi madre: que hará Gino? Que hará Mario? PERO CON RESPECTO A Alberto el pánico se apoderaba de el
En las conversaciones del viejo Olivetti se mezclaban la Biblia, el psicoanálisis y los discursos de los profetas, cosas que en el mundo de mi padre no tenían ninguna cabida.
Mi madre confiaba en que un día alguien hiciese caer a Mussolini de alguna forma
Se había puesto a leer a Dante. Había descubierto que era bellísima. También había comenzado a estudiar griego y a leer a Herodoto y a Homero.
Cafi no comía. Vivía del aire, de una mandarina llevaba los trajes hechos trizas y los zapatos destrozados. Pero cuando tenía algo de dinero compraba manjares exquisitos y champan
Mis padres se sentían ofendidos por el hecho de que Mario no pareciera sentir nostalgia alguna de Italia. Estaba enamorado de Francia y de Paris.
Vivian así en una estrecha amistad, compartiendo lo poco que tenían, sin apoyarse en ningún grupo, sin hacer proyectos para el futuro, pues no había ningún futuro posible
Tengo “ la alquitrancia”. ASI Llamaba mi madre a aquella mezcla de melancolía y de sensación de soledad, unida generalmente a una indigestión.
El fascismo no tenía aspecto de ir a acabar pronto.. Desde hacía algunos años Turín estaba lleno de judíos alemanes huidos de Alemania.
Al casarme, había descubierto de pronto el cansancio y el trabajo y me había entrado una pereza que debilitaba mi voluntad
Mi madre albergaba hacia mí un sentimiento protector que no albergaba hacia sus otros hijos, quizá porque yo era la más pequeña. Y cuando nacieron mis hijos extendió hacia ellos el mismo sentimiento.
Rognetta decía que Alemania invadiría dentro de poco no solo Francia e Italia sino todo el mundo, por lo cual en el no quedaría ni un palmo de tierra donde sobrevivir.
Mussolini declaro la guerra. Hacía varios días que nos lo esperábamos.
Para mi la derrota de Francia quedo unida para siempre a aquellas cerezas que él nos hacía probar cuando llegaba, sacándoselas, una a una del bolsillo con su mano parsimoniosa y uraña.
De pronto comenzaron a explotar bombas y minas por todas partes, las casas se derrumbaron y las calles se llenaron de escombros, de soldados y de prófugos. En Italia la guerra fue asi.
Después de aquella primavera en que los alemanes tomaron Francia, solo una vez volví a ver juntos a Leone, al editor y a Pavese… “cuando alguien se marcha o se muere trato de no pensar en él, porque no me gusta sufrir”.
Leone había muerto un gélido Febrero en el sector alemán de la cárcel de Regina Coeli, en Roma, durante la ocupación alemana
El y mi madre se quedaron en Turín hasta que los bombardeos dañaron su casa. En Turín durante los bombardeos, el nunca quería bajar al sótano. Mi madre siempre tenía que suplicarle y le decía que si el no bajaba, ella tampoco lo haría.
Después se refugiaron el Ivrea, llego el armisticio: la breve exaltación y el delirio del armisticio.
En cambio después de la guerra, el mundo se presentaba enorme, ignoto y sin confines. Mi madre sin embargo volvió a vivirlo como pudo. Volvió a vivirlo con alegría, porque tenia un carácter alegre. Su espíritu no sabía envejecer y no conoció nunca la vejez, que consiste en quedarse humillado en un rincón llorando el desmoronamiento del pasado.
A mí no me gustan los comunistas, decía mi madre, Yo amo la libertad! En Rusia no hay libertad.
Muchos de los amigos de mis padres habían muerto.
Estúpido, me ha dicho que soy demasiado de derechas! Me trataba como si fuese una demócrata cristiana.
Ten por seguro que si viene Stalin a quitarme la criada, lo mato, decía mi madre, Que haría sin criada yo que no sirvo para nada?
Claro como tú eres soviético estas a favor de la vida austera! Pero yo a mis niños los quiero ver ordenados! No quiero que lleven el culo al aire
Porque su carácter tenía una parte mundana, ajena a la diversión y al aburrimiento y normalmente unida un interés inmediato, como el de que la acompañaran en cocheo conseguir señas de tapiceros.
Cuando volví a casarme y pasado algún tiempo me fui a vivir a Roma, mi madre me guardo rencor durante una breve temporada, pero el rencor nunca echaba raíces amargas y profundas en su animo

Es la historia de una familia judía y antifascista que vivió en Turín desde 1.930 hasta 1.950. En la novela se encuentra un parloteo entre padres y hermanos que se convierte en un idioma secreto. Son muchos los personajes que se mencionan en la novela pero se conocen más a los padres y a los hijos. La historia de la Italia antifascista se entrevé en esta novela, falsamente simple donde se mezclan las anécdotas cotidianas con reflexiones profundas.